miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hoy una de mis amigas más íntimas me dijo, entre risas durante una eterna charla telefónica, que mi situación amorosa no tan variada - y digo "no tan" porque, justamente, el tema de conversación era que siempre me gusta el mismo tipo de sujeto, es decir, uno complicado, ya sea por una cuestión de distancia, un noviazgo que no me incluye, o una diferencia de edad notoria- va a provocar que termine trabajando en un cottolengo. Para reflexionar.

domingo, 16 de septiembre de 2012

(Your) ways of effection.

... Que no llores, que hay mucha gente a la que nunca le sucede lo que planea, que tenés suerte, que se dio todo como esperabas, que no llores. Que te laves las manos que quedan los vestigios. Que no llores. Que no hay que estancarse porque estancarse es repetirse, y repetirse es no avanzar. Que no llores. Que sufrir es perder la libertad, pero estar enamorado es proyectar la libertad en el otro para complementarse.  Que no llores. Que las bengalas en los recitales son cultura, que sí, que no, que no entiendo y que no estás de acuerdo ni lo estarás jamás. Que la espera es larga, el evento es corto, y el vacío es profundo. Que no llores. Que caves hondo en el tema y te entiendas a vos mismo, y encuentres el centro de tu inseguridad y tu pena. Que no llores. 
Que no me importa la escena erótica de al lado. Que me prometen volver y que yo no les creo. Que me prometen que soy bella y yo no pienso que me prefieran. Que no puede ser que las paradojas de la vida nos hayan traído hasta acá. Que no llore. Que intente acordarme todo esto que me dijeron y que me hizo ruido para consolarme o entretenerme mañana por la mañana. Y que, mientras tanto, no llore...

sábado, 1 de septiembre de 2012

Una vez alguien me dijo "deberíamos escribir algo sobre gustos, y así nos dejamos todos un poco de joder con eso de que sobre gustos no hay nada escrito". Algún día me voy a animar.

miércoles, 4 de julio de 2012

Dumbstruck

"Vueltas y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar, un tango al mango revoleando la cabeza como un loco de aquí para allá. Después vinieron días de misterio y frío casi como todos los demás. Lo bueno que tenemos dentro es un brillante, es una luz que no dejaré escapar jamás". Fito Páez

Hoy se encuentra queriendo abrir los oídos a todas esas canciones que antes sólo escuchaba para hacer latir su corazón con los recuerdos y sensaciones que había decidido adjudicarles, en reemplazo de su verdadero significado. No es que hubiera querido negar la realidad, pero sí quizás había querido sostener el sentimiento de culpa por sobre todos los demás, para hacer vibrar su alma y no dejar que se quedara quieta, en la eterna espera de un impacto que aún no llega. Ahí donde la ciudad se convierte en hierbas, y empieza y muere toda emoción. En ese mismo lugar donde supo encontrar el amor y el odio. Hasta ahí se traslada mentalmente para intentar arreglar su cabeza en llamas.
Se pregunta por qué será que, cada vez que nos acercamos a una fecha conmemorativa de un momento de nuestra vida que nos marcó, surgen nuevas fatalidades referidas a, y en relación directa con esa que conmemoramos. Es una locura, piensa y se toma la cabeza con preocupación. Piensa que es karmático, y se desploma sobre su cama rogándole al destino que le dé un respiro. Se sonríe con empatía al cuestionarse por qué la cuenta regresiva para llegar a ese día "conmemorativo" en el calendario es tortuosa, y está poblada de melancolías estúpidas que de nada sirven, porque ese momento está muerto, como todos los que le sucedieron, dado que nada es para siempre. Porque, justamente, por algo es que conmemoramos un momento: porque si ese momento en realidad hubiese perdurado en el tiempo, el hecho de que éste pasara y siguiera su curso, no afectaría. No sentiríamos melancolía por un sentimiento originado o vivido en una fecha particular, porque hoy estaríamos viviendo la misma situación debido a que "nada cambió desde entonces", y nuestro presente sería idéntico (o similar) al pasado. Y sería una redundancia extraña.
Pero hoy está aquí, tratando de darle un sentido al origen de todo este circo de fenómenos que todo lo que quieren es demostrarle al público que, en realidad, la vida fue injusta con ellos. Donde todos forman parte de un organismo que quiere reivindicarse ante los ojos de alguien que, en verdad, ya los catalogó como los fenómenos que son. Y ya no hay vuelta atrás.

domingo, 1 de julio de 2012

Are these problems just in my mind?


"¿Cómo estás? La noche no te hizo mejor que a mí: no estás para hablar, no estás para un día más, no estás para pedalear, ni siquiera imaginar. Yo estoy bien, anoche tomé un poquitito más de lo que suelo hacer... pero es que amaneció y en el cielo sus ojos vi, apuntando directo a mí". El Bordo.


Últimamente estuve teniendo una serie de sueños recurrentes que me perturban. Son esos sueños que te tiran para atrás, y le quitan el sentido a todos los progresos a nivel emocional que sentías que habías hecho. De pronto te encontrás despertándote de un sueño de esta índole, y los diez primeros segundos de tu día giran en torno a la frase "nada tiene sentido si no arreglo esto", o quizás simplemente "nada tiene sentido". Así, trágico como suena. El problema es que el conflicto  no tiene solución aparente, y sabés a ciencia cierta que te espera una larga temporada de oníricos extraños. 
Lo triste, quizás, es que lo que pasa en tu inconsciente durante el sueño no hace más que gritar la realidad. No son inventos, más allá de que el escenario y la situación física actual no sea exactamente la que se muestra en esa dimensión alterna que llamamos subconsciencia, pero sabemos perfectamente que hay una razón específica, muy clara, inevitable e innegable que justifica esos sueños que te joden la vida permanentemente. A veces tienen una solución muy clara y directa; y, en otras ocasiones, y como es mi caso, pareciera que estamos hablando de la última maderita del Jenga que sostiene la torre. Esa de la que pende todo, y que sabés que no hay que tocar porque, si lo hicieras, el juego no tendría otra opción para su finalización que el desastre mismo. Es seguir y morir, o quedarse para seguir soñando cosas desagradables. En simples palabras, estás atrapado en un callejón sin salida.
No sé si es conveniente, o de por sí interesante que cuente los sueños en esta entrada, pero hay algunos puntos que quizás esté bueno destacar: Desde hace un tiempo muy largo los escenarios en los que sitúo las "escenas" de mi obra surrealista son sitios que no conozco (rara vez sucede que sí, y, en este caso, es un lugar específico y significativo en el medio del campo). Pero que sé que, estén donde estén localizadas, ese lugar es lejos de mi casa, y su ubicación exacta suele no importar demasiado. 
El punto más importante de estos sueños es que en ellos siempre está este sujeto. Uno en  particular, el origen del caos y, paradójicamente también, de la paz; que me informa frente a frente, o por un intermediario, que me odia y que quiere hacerme sentir lo que es la indiferencia y el desamor. Y lo logra. A veces también sucede que ese mismo sujeto aparece, y su trato para conmigo es exactamente el opuesto al descrito anteriormente; actitud ante la cual yo formulo (siempre, religiosamente, como si estuviera guionado) la frase "Pero... ¡No entiendo! Vos me odiás en realidad, ¿no?". Y él no hace más que reírse con empatía, como si yo no hubiera entendido nunca que, en realidad, su vida se basa en extrañarme todos los días. ¡Mentiras! ¡Patrañas!
Es siempre el mismo sujeto, y son siempre esas dos situaciones. Los escenarios y las personas varían, pero esos dos factores, no. Y sueño al menos tres veces a la semana con alguna de esas dos secuencias. Si llegara a ser que sueño con una charla de café con John Lennon, y todo está marchando de mil maravillas, al final del sueño seguramente John agregará: "¡Ah, me olvidaba! El sujeto este manda a decir que no esperes que cuando vayas a visitarlo él esté ahí, porque - me dijo que te dijera textualmente - 'te odia'. Pero bueno... sigamos discutiendo sobre las malas decisiones que se han tomado en la historia del rock and roll después de mi muerte". 
Quiero aclarar que, en la vida real, el sujeto protagonista de mis sueños nunca mencionó la palabra "odiar" haciendo referencia a mi persona, ni le di motivos jamás para que él sintiera semejante desprecio. Entonces, me pregunto...
Mis amigas, a quienes he bombardeado con detalles sobre estas situaciones oníricas que me impiden mantenerme firme ante las decisiones que tomo durante el día, me recomiendan que vaya a terapia. Pero quizás soy yo que no quiero dejar de soñar.

lunes, 4 de junio de 2012

The pain she puts me through is what I need... So make it bleed!

"I don't like you, but I love you. Seems that I'm always thinking of you... Oh, oh, oh, you treat me badly, I love you madly. You really got a hold on me" The Beatles.


Una vez una amiga se refirió a un sujeto de su vida como "el Señor de las Tinieblas", calificativo que me hizo muchísima gracia en el momento. No me especificó en ningún momento el verdadero significado de tal adjetivo, pero sé que cuando me explicó un poco el pasado que la unía al sujeto en cuestión, comencé a notar cierta familiaridad entre su historia y la mía con un fulano de mi pasado, y presente, quien también cabe dentro del concepto "Señor de las Tinieblas" que yo misma diseñé en mi cabeza (quizás justamente porque sigue formando parte de mi "presente" es que podemos atribuirle las características necesarias para caber dentro de dicho canon). Entonces me puse a pensarlo y llegué a la conclusión de que todos tenemos un Lord Of The Darkness en nuestro placard, debajo de la cama... o, quién te dice, sobre ella. Y no tenemos dos o más, es sólo uno, hay un sólo Señor de las Tinieblas, porque no todos podrían calificar para llenar esos zapatos. Son demasiado grandes, demasiado pesados, demasiado dolorosos para caminarlos, y demasiado ostentosos para animarse a usarlos en cualquier tipo de ocasión. 
El concepto "Señor de las Tinieblas" está en todos lados, incluso en el arte y en todas sus expresiones. Voy a referirme al único ejemplo claro, y que seguro todos conocen por ser de una película popular: En "El Diario de Bridget Jones" (película basada en el libro escrito por Helen Fielding con el mismo título) el Señor de las Tinieblas de Bridget es Daniel Cleaver, su arrogante y sensual jefe. Ella, al principio del libro, hace una lista de cualidades que el hombre que ella necesita NO debe tener, y termina recayendo siempre en Daniel, quien tiene todas esas cualidades que ella ennumera en su lista de must not have/be.
Otro buen ejemplo es el sujeto que la llevó a Malena Pichot a hacer sus videos que la llevaron a la fama; pero también a tres años de terapia, y a calzarse una forma de ver la vida bastante feminista y complicada de digerir para cualquier hombre. ¿Fue obra de su personal y no-tan-maravilloso Lord of the Darkness?
A continuación pasaré a explicarles mi propia definición del adjetivo empleado para describir a este tipo de hombres que vienen a darnos vuelta la cabeza:
¿Quién es el Señor de las Tinieblas, y cómo reconocerlo? 
El señor de las Tinieblas es ese sujeto que en tu vida significó tanto que no puede tener sólo un capítulo en el libro de tu existencia, entonces se empeña en hacer apariciones esporádicas y siniestras que te dejan hecha un desastre, una pelotuda. 
¿Qué implica ser el Señor de las Tinieblas, cómo se maneja? 
Implica ser ese sujeto que nunca va a fallar a la hora de tentarte a hacer lo que vos estás luchando por no permitirte. Es el que viene desde lo más oscuro de tus deseos a tentarte con el perfume más desagradablemente sensual, para seducirte y llevarte a hacer eso que vos venías planeando no hacer bajo ningún concepto, por una cuestión de orgullo, y porque ya te parece que "va siendo hora de que lo superes". Es ese tipo que desaparece durante lapsos de tiempo indeterminados, pero cuando resurge desde el infierno, te enloquece; te descontrola el medidor de dignidad que te queda, bajándolo a -320. Y corrés a sus brazos, sin remedio, sin razón, sin poder controlarte. Es ese individuo tan simpático que, sin importar el tiempo que pase, siempre va a venir a poner tu vida en perspectiva y a arrastrarte de vuelta bajo su siniestra ala de oscuridad. 
Los encuentros con el Señor de las Tinieblas se suelen dar en momentos de alto estrés emocional en tu vida. Por ejemplo, cuando estás empezando a verte con otro sujeto y temés estar a punto de enamorarte de él, justo cuando te estás por convencer de que, con este tipo que el destino ha puesto en tu camino convenientemente, tu vida sería perfecta. Ahí es donde el Señor de las Tinieblas, que te mira con su bola de cristal desde el averno, decide entrar en acción y surgir de entre las sombras y los muertos con una bella camisa y una botella de alcohol, dejándote pocas opciones.
Lo positivo que tienen este tipo de encuentros es el hecho de que, al volver al origen (el Señor de las Tinieblas suele ser también considerado el hombre de tu vida, para bien o para mal, por ende podríamos decir que, en la mayoría de los casos, es con quien podés ser vos misma, genuina como con pocas personas); dejás atrás un montón de sentimientos descartables y sin sentido, y te mirás a un espejo que él pone delante de tus ojos, donde podés reconocer todas esas cosas que no te sirven, y quitarlas del camino. 
A pesar de que su nombre (Lord of the Darkness) lo preceda, y teniendo en cuenta lo anteriormente establecido, podemos decir que no es, por naturaleza, un sujeto malo, con malas intenciones hacia tu persona, sino que vos estás genéticamente marcada para ir y dejarte tentar por su flamante presencia, sólo porque la vida los pone a vibrar a los dos en una frecuencia que se complementa: vos sos una masoquista, y él es (un poquito) sádico. Y está bien, porque se entienden, y la pasan bien momentáneamente, haciendo todas esas cosas que nadie comprende salvo ustedes. 
Es una situación de mierda que está consensuada, en algún punto. Tu actitud es "bueno, acá estamos... yo vengo acá dispuesta a que me jodas, y vos estás, aparentemente, con todas las pilas para joderme. Perfecto, ¿dónde empezamos?" (atribúyanle a la palabra "joder" la connotación que se les antoje). Mientras que la actitud de él, y sus pensamientos son completamente desconocidos, porque el Señor de las Tinieblas es como un mago... jamás revela sus secretos. ¿Alguna vez alguien le fue a cuestionar algo a Dios? ¿Alguna vez Dios respondió ante ese cuestionamiento? ¡No! Entonces, ¿por qué habría de responder el Señor de las Tinieblas? ¿Por qué habría de ser menos?
De todas maneras es divertido, es una situación que le pone un poco de picor a la vida, te despierta, te estimula... hasta te calienta. Es una revolución hormonal re copada. Viéndolo de cierta forma, les debemos mucho a nuestros Señores de las Tinieblas, ellos son los que estimulan nuestros picos de producción; creo que somos más ocurrentes y más activas cuando nos vemos movilizadas por los siniestros sentimientos que nos generan estos tipos tan particulares. ¡Y son lindos! No lo podemos negar, nos encantan, nos debilitan y a la vez nos fortalecen. Son divinamente malvados.
Para cerrar cito a mi amiga Victoria, que hoy me dijo, con dos cafés y unos puchos de por medio, "a mí no me lastiman los pibes, me lastiman los puntos negros". Hay que aprovechar al Señor de las Tinieblas lo más posible, total no te puede joder más de lo que ya te dejaste joder al conocerlo. ¡Preocupate por el cutis, no por tu dignidad! Ya está perdida.

domingo, 3 de junio de 2012

The stems and seeds of the last of the dope.

Esta noche, si logro conciliar el sueño, prometo mandarles a todos una postal muy bella y sentida desde mis más oscuras pesadillas, protagonizadas por un elenco estelar que incluye como personaje principal al mismísimo y personalizado Señor de las Tinieblas (calificativo que tomé prestado, ampliaremos en próximas entradas. Sintonicen el blog para más información).

lunes, 30 de abril de 2012

Time gets wasted in a daze.

"Si mañana vuelvo a enloquecer y ya no hay nada que me venga bien, sería más fácil estar solo". El Bordo.


A veces es mejor colgarte en la memoria y pasar las tardes dándole vueltas a una melancólica e inconclusa idea para una posible solución a los problemas del pasado; que arriesgarte a que te roben el delirio que te hace felizmente vos.

domingo, 22 de abril de 2012

Your clothes are different but you're still the same.

No hay nada más bello que la motivación que produce el cambio en el aspecto de lo rutinario, y nada se compara con el temor que acarrea el cambio en la esencia de lo mismo. Como te digo una cosa, te digo la otra, y así empezamos.
Nuevo blog, ¿nuevas ideas?

martes, 17 de abril de 2012

Disappearing boy.

"I left you far behind, the ruins of the life that you had in mind. And though you still can't see, I know your mind's made up: You're gonna cause more misery. Do what you want to do, and go where you're going to. Think for yourself 'cause I won't be there with you". The Beatles.


... En ese momento lo miré, y no lo reconocí. Noté por primera vez esos ojos carentes de profundidad y esa sonrisa sin brillo que comenzaba a perturbarme. Un semblante inexpresivo detrás de un denso manto de humo esquivaba mis ojos constantemente, al mismo tiempo que su voz monocorde me relataba los eventos desafortunados que había estado viviendo. Su postura era soberbia, y su mirada era de una resignación casi palpable, que parecía aumentar a cada palabra que pronunciaba. 
Me pregunté si aún se apasionaba por algo, si aquellos ojos todavía brillaban ante la mención de "algo" que a mí se me escapaba de las manos. Daba por sentado que tenía planes y metas, pero comenzaba a dudar que las tuviera tan presente como antes. Tragué con amargura, tratando de disimular mi inexplicable preocupación. Aquella persona se apagaba frente a mí, se apagaba y me dejaba sin luz. 
Me apené terriblemente por la ceguera que lo condenaba a que los demás dejaran de verlo.

lunes, 12 de marzo de 2012

Walking alone.

Para mí, la expresión más grande de libertad del ser humano se encuentra en el caminar. Elegir un camino que no tiene principio ni fin, y que uno va diseñando a medida que lo anda, sin más pensamiento que el que se atraviesa por la mente, incentivado por el mismo caminar y el paisaje del derredor. Están aquellos que deciden caminar pensando en nada, aunque yo, personalmente, prefiero dejar volar el recuerdo y la imaginación mientras los colores se hacen más brillantes al avanzar.
Caminar con la frente perlada de sudor bajo un sol poniente, pero que aún arde y se impone ante uno, con los pies sensibles a cada roce de cada hierba que se interpone en el camino. En un viaje donde no hay horario, distancia ni acompañante más que el "soundtrack" que uno elija para aquella escena de su vida a sabiendas que éste será su compañía y hará que su alma se estremezca. Hablo de ese caminar en el que, por cada paso que se da, la mente se llena más y más de recuerdos, ideas, sensaciones, sentimientos, nostalgias y melancolías; y debido a lo cual uno se siente deseoso de seguir avanzando para ver si en algún punto, lejano al de origen, llega al tope máximo de sensaciones, y hasta quizás a una respuesta que su inconsciente busca. 
Aquella caminata para la cual no hay campo demasiado extenso,  tiempo demasiado ajustado, una temperatura que fastidie, miedos ni cuidados. Es un andar lleno de seguridad y a la vez totalmente incierto. Es un camino que uno elige, sin consultar mapas, estrellas ni brújulas. Un paseo que renueva el alma, el aire y las ideas, una melodía de fondo que inspira y estimula. Una secuencia que nos transporta a momentos únicos, irrepetibles y emocionantes.
Y créanme, aquel que los vea caminando, con una revolución de sensaciones en la mente y en el cuerpo, y gracilidad en el andar, se sentirá feliz por ustedes... o sufrirá una no muy agradable punzada de envidia que provoca la ignorancia de no entender libertad. 

Pues no hay ser más libre que aquel delante del cual se extiende el campo, no lleva mapas, y nunca supo usar un reloj.