lunes, 12 de marzo de 2012

Walking alone.

Para mí, la expresión más grande de libertad del ser humano se encuentra en el caminar. Elegir un camino que no tiene principio ni fin, y que uno va diseñando a medida que lo anda, sin más pensamiento que el que se atraviesa por la mente, incentivado por el mismo caminar y el paisaje del derredor. Están aquellos que deciden caminar pensando en nada, aunque yo, personalmente, prefiero dejar volar el recuerdo y la imaginación mientras los colores se hacen más brillantes al avanzar.
Caminar con la frente perlada de sudor bajo un sol poniente, pero que aún arde y se impone ante uno, con los pies sensibles a cada roce de cada hierba que se interpone en el camino. En un viaje donde no hay horario, distancia ni acompañante más que el "soundtrack" que uno elija para aquella escena de su vida a sabiendas que éste será su compañía y hará que su alma se estremezca. Hablo de ese caminar en el que, por cada paso que se da, la mente se llena más y más de recuerdos, ideas, sensaciones, sentimientos, nostalgias y melancolías; y debido a lo cual uno se siente deseoso de seguir avanzando para ver si en algún punto, lejano al de origen, llega al tope máximo de sensaciones, y hasta quizás a una respuesta que su inconsciente busca. 
Aquella caminata para la cual no hay campo demasiado extenso,  tiempo demasiado ajustado, una temperatura que fastidie, miedos ni cuidados. Es un andar lleno de seguridad y a la vez totalmente incierto. Es un camino que uno elige, sin consultar mapas, estrellas ni brújulas. Un paseo que renueva el alma, el aire y las ideas, una melodía de fondo que inspira y estimula. Una secuencia que nos transporta a momentos únicos, irrepetibles y emocionantes.
Y créanme, aquel que los vea caminando, con una revolución de sensaciones en la mente y en el cuerpo, y gracilidad en el andar, se sentirá feliz por ustedes... o sufrirá una no muy agradable punzada de envidia que provoca la ignorancia de no entender libertad. 

Pues no hay ser más libre que aquel delante del cual se extiende el campo, no lleva mapas, y nunca supo usar un reloj.