viernes, 5 de septiembre de 2014

Té para tres.

"Hoy saldrás por la ventana (...) de una vida a otra vida". Gustavo Cerati.

Sutil y gradual, la mañana gris abrió mis ojos en el momento exacto en el cual los tuyos fulminaban todo optimismo. Perdiendo una guerra que nos tenía atrapados, rehenes en una celda sin paredes, detenidos en la vulnerabilidad de la carne, repitiendo mantras imitando un sonido que nos une en este repudio a la fatalidad misma de acariciar el final.
Por momentos no puedo explicar mi desconsuelo, ¿es que acaso pensaba yo que podías renacer? ¿De qué cenizas pretendía verte resurgir? Fénix de mis sentimientos más puros, tal vez los latidos de tu corazón me proponían la alternativa a dejarme caer, no sólo ante la esperanza de que nos envuelvas en luz y en arte, sino ante la expectativa de recuperar todo aquello que alguna vez fue mío (nuestro) gracias a vos y a la ruta, a una guitarra, a un palo santo y un colchón. 
Hoy lloro porque se fue algo más que una presencia, algo más que un pulso, algo más que la prisión de mil ideas que pugnan por unirse al cosmos: Hoy lloro porque sin vos me queda el amarillo sin amor. Porque temo que sin tu ángel nada ni nadie nos vuelva a guiar donde pertenecemos. Porque camino por la calle sin entender cómo la ciudad sigue fluyendo en su furia, y me pregunto entre lágrimas si alguien más se siente solo sin vos. Porque "el metrónomo de Dios puso el tiempo en suspensión", y tal vez yo me olvide por un instante que el té hoy se sirve para uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario