jueves, 5 de diciembre de 2013

Delirium

Fotografías de los pensamientos de una mente en pleno proceso de asimilación de su sensibilidad.

Noches de suave brisa que contactan lo sensible y sinestésico. La gracilidad en la pose sobre el colchón al buscar consuelo en divinas presencias que conceden deseos de paz y paciencia, ante una punzante idea que paraliza los motores del pulso de vida. El miedo de perderlo todo. Pedidos desesperados por un amor longevo, terminan en una conciliación del sueño profundo que tranquiliza la mente sólo hasta el amanecer. Y luego las primeras luces devuelven la emoción de estar sosteniendo este creciente dulzor en cada célula del cuerpo, en cada suspiro del alma.
Lo maravilloso de inhalar la fragancia para exhalar lo genuino de un sentimiento. El tacto que eriza la piel. Con cada movimiento exquisito, el hallazgo de una nueva manera de desverbalizar un "te quiero".
La repentina relajación tras un clímax de luz que logra encandilar incluso los ojos del más fuerte. Melodías que dejan sonoridad multicolor rodeando las pieles envueltas en telas tan frágiles que no sirven de escondite para ningún sentimiento que quiera escaparse por los poros, menos aún por los lagrimales.
Pensarlo y no decirlo, temor a la respuesta. Habrá que ver qué le espera a uno, si detrás del haz de luz no hay nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario